Elegidas por los beneficios ambientales que generan, por la mejora al paisaje urbano y por su efecto relajante y estético, cada vez son más las personas que las incorporan a la vida cotidiana. Por esto, el Instituto de Floricultura del INTA avanza en el desarrollo de nuevas variedades a partir de especies nativas.
Un adelanto de lo que se compartirá en el evento que reúne a toda la cadena productiva de floricultores y viveristas.
Está demostrado que las plantas mejoran la calidad de vida de las personas por los beneficios ambientales que generan, por la mejora al paisaje urbano y por su efecto relajante y estético. Basados en esta premisa, cada vez son más los ciudadanos que las incorporan a su vida cotidiana en canteros, jardines verticales, cuadros vivos y techos verdes. Recientemente, especialmente luego de la pandemia, el efecto de las plantas y flores está siendo valorado también por organismos públicos, especialmente municipios, poniendo en valor los espacios verdes bajo el concepto de Ciudades Verdes. Por esto, la Asociación Argentina de Floricultores y Viveristas junto con el INTA organizan la edición número 39 del Congreso Nacional de Viveristas, que se realizará del 20 al 22 de abril en Ingeniero Maschwitz, Buenos Aires.
En la actualidad, el Instituto de Floricultura del INTA cuenta con 16 variedades de plantas herbáceas correspondientes a los géneros Glandularia, Mecardonia, Nierembergia y Calibrachoa, y dos variedades florales leñosas de Handroanthus y Tecoma. En cuanto a las variedades de flores ornamentales desarrolladas por el INTA y registradas en la Argentina, desde el instituto explicaron que la mayoría son florales herbáceas con floración primavero-estival, a excepción de Handroanthus que florece en época otoño-invernal.-
