Desde el ProHuerta, un programa del ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el INTA, destacan la importancia de ser cuidadosos con los cultivos durante el período estival. Abundante riego, generar sombras y plantar lo adecuado, entre las recomendaciones.
Durante el verano, las altas temperaturas y la fuerza de los rayos del sol demandan que se extremen los cuidados de los cultivos para que la huerta siga siendo esa fiesta de aromas, colores, sabor y nutrición que lo es en cada temporada del año. Abundante riego, generar sombras y plantar lo adecuado son las recomendaciones básicas en esta estación.
Francisco Pescio –técnico del INTA AMBA del ProHuerta, un programa del ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el INTA– reconoció que “durante el verano, la huerta es un momento que suele llevar bastante laboriosidad” y la consideró “la temporada alta de trabajo huertero”.
En este sentido, indicó que “tanto esfuerzo trae su compensación, ya que, si hacemos las cosas medianamente bien, también es el momento de mayor cosecha” y recordó las especies de la temporada: albahaca, berenjena, calabaza, maíz dulce, melón, pepino, pimiento, poroto chaucha, puerro, radicheta o achicoria, tomate, zapallo, zapallito.
Con respecto al manejo de la huerta durante el verano, Pescio enumeró algunas claves a tener en cuenta: “La primera recomendación tiene que ver con evitar trabajar en los horarios de mayor exposición solar, de 11 a 16 horas. Es aconsejable utilizar sombreros o gorras, tomar abundante agua potable y utilizar protector solar”.
A su vez, consideró al riego como “uno de los elementos claves para tener una buena cosecha”. Para Pescio, resulta fundamental que las plantas tengan la cantidad suficiente de agua a fin de evitar un crecimiento lento, con hojas amarillentas o frutos que se caen o se agrietan.
En este punto, recomendó regar todas las tardes, cuando el sol pierde fuerza, al suelo para evitar que se quemen o se desarrollen hongos en las hojas. “Si se puede contar con un sistema de riego por goteo, es una gran ayuda”, indicó Pescio para quien “estos sistemas facilitan las tareas y nos permiten ahorrar mucha agua”.
En cuanto al control de las malezas, como la gramilla o el sorgo de Alepo, se presentan como un gran problema, dado que, con el calor, sol y agua crecen muy rápido sobre los canteros y ahogan nuestras plantas. “Hay que desyuyar: eliminar los estolones –los pequeños tallitos que van a ras de suelo– o bien cubrir el suelo con plástico o restos vegetales como corteza, viruta o chipeado de poda”, indicó.
Para evitar el daño por insectos dañinos, Pescio aconsejó revisar las plantas diariamente y, ante la aparición de chinches o animales similares, se deben utilizar insecticidas agroecológicos o biopreparados, de preparación casera e inocuos para los alimentos, animales y ambiente.
Algunas especies de la huerta, como los tomates o zapallitos, requieren una cosecha diaria. “Las frutas maduradas en la planta suelen ser más ricas, aunque los zapallitos o zucchinis se retiran por tamaño, porque si los dejamos mucho tiempo en la planta, se vuelven amarillos y con gusto desagradable”, explicó Pescio-
Por último, el especialista subrayó la necesidad de “aprovechar al máximo los espacios de la huerta” para lo que recomendó “realizar una óptima planificación de los cultivos, sabiendo de antemano cuáles son las principales opciones para cada estación del año”. Es que, de acuerdo con Pescio, “con una siembra y cosecha organizada se podrán obtener en cada etapa del calendario alimentos sanos y nutritivos en abundancia”.