Dulces y conservas – a través de la Oficina de Empleo municipal una empresa adquirió productos de una emprendedora

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Cuando comenzó con esta actividad, hace cuatro años, la garinense Graciana Marquilla (53), cinco hijos, no imaginó tal vez que llegaría el momento en que una empresa le hiciera una compra importante de aquello que elabora en su casa con tanta dedicación y conocimiento.

“Yo en realidad estuve originalmente interesada en la huerta – contó Graciana – porque siempre me gustaron las plantas y además lo usé como terapia porque me ayudó en un momento muy difícil de mi vida en lo emocional; así conocí a los profesores del programa Pro Huerta, hice el curso de promotora y luego me decidí a hacer el de dulces y conservas; cuando tuve las primeras tandas de estos productos las llevé a las ferias municipales de las que participaba, y afortunadamente tuvieron buena aceptación, así me inscribí en el monotributo social para poder facturar y hace poco tuve la suerte de concretar, junto a mi compañera de trabajo Alicia Alegre, una venta de mermeladas a mayor escala a la empresa ARSAT, ya que la persona encargada del catering se comunicó con la Oficina de Empleo municipal, donde le dieron mis datos y me recomendaron para poder concretar el negocio, previa evaluación de los mismos, por supuesto; por éso estoy muy agradecida con el municipio, ya que figurando en una base de datos una tiene otras expectativas de que algo así, importante, se pueda dar en cualquier momento”.

Vale destacar que Graciana ha tenido una capacitación en el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) nivel I y II y en el INTA, ambos gratuitos y abiertos a la comunidad; a partir de esta experiencia hoy está dictando cursos de dulces y conservas a aquellos que recién se inician, consistentes en manipulación de alimentos, higiene, pasteurización, envasado y otros, con clases teóricas y prácticas.
En cuanto a los productos que tiene para ofrecer, se destacan las mermeladas de naranja (con naranja amarga); combina naranja con pera, manzana con canela, manzana con mora, de tres cítricos (limón, pomelo y naranja), pomelo rosado, higo, frutos rojos, frutilla, durazno, pera, cayote (fruto típico de las provincias del norte argentino), zapallo con limón, y tomate, entre otras.

Y haciendo una observación de lo que ocurre en muchos hogares donde poseen frutales desde hace años y “hay tanto fruto esparcido por el piso”, Marquilla aconsejó “aprovechar esa instancia para iniciarse en esta actividad, porque es una forma de no desperdiciar la fruta de estación y poder disfrutarla como dulce o mermelada durante todo el año, ya que con el proceso de pasteurización puede durar hasta un año, y adoptarse para consumo personal o para comercializar; ésto puede significar una salida laboral con muy poca inversión donde además puede participar toda la familia y es algo realmente sano y natural, que es lo más importante”.-

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